Abdicación
Tómame, oh noche eterna, en tusbrazos y llámame hijo.
Yo soy un rey quevoluntariamente abandoné mitrono de ensueños y cansancios.
Mi espada, pesada en brazosflojos, a manos virilesy calmas entregué;y mi cetro y corona yo los dejéen la antecámara, hechos pedazos.
Mi cota de malla, tan inútil,mis espuelas, de un tintineo tan fútil,las dejé por la fría escalinata.
Desvestí la realeza, cuerpo y alma,y regresé a la noche antigua y serenacomo el paisaje al morir el día.
Yo soy un rey quevoluntariamente abandoné mitrono de ensueños y cansancios.
Mi espada, pesada en brazosflojos, a manos virilesy calmas entregué;y mi cetro y corona yo los dejéen la antecámara, hechos pedazos.
Mi cota de malla, tan inútil,mis espuelas, de un tintineo tan fútil,las dejé por la fría escalinata.
Desvestí la realeza, cuerpo y alma,y regresé a la noche antigua y serenacomo el paisaje al morir el día.
F Pessoa
Trad: F. Gutiérrez
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